Recuperar la visión en 1 curso sin operarse e ir a los médicos

Hoy compartiré mi experiencia de corregir la visión. Los datos iniciales fueron los siguientes: el ojo izquierdo -5, el ojo derecho -4. Ahora tengo la visión perfecta. Sin embargo tuve que ir a tal felicidad por un camino muy largo y duro. Esta historia os ayudará a acortar el camino hacia la visión de águila a 1 mes.

Mi visión comenzó a bajar aun cuando era niño. Pasé una gran parte de mi vida entrecerrando los ojos, disculpándome al saludar a extraños por error y sintiéndome molesto por esa maldita ceguera.

A los 22 años comencé a usar lentes. La cantidad que gasté en lentes de un día sería suficiente para un nuevo coche de lujo. A los 30 años, no tenía coche ni visión buena. Pensarlo me hizo seguir las medidas extremas. Decidí hacer cirugía de la visión.

¿Cómo pasa la cirugía?

Primero, me prohibieron usar lentes durante un mes, durante el cual tuve tiempo coger 10 veces el autobús equivocado. Luego me hicieron dos consultas, en una de las cuales examinaban la visión de todas las formas posibles, y en la siguiente eligieron finalmente el método de corrección.

He de decir que eligieron uno de los métodos más avanzados, no recuerdo cuál era, pero inspiró confianza.

El día antes de la cirugía, me dijeron que comprara tres tipos de gotas para los ojos, y que llevara conmigo un cambio de ropa y gafas de sol. Y también debía llevar un acompañante, de quien, por supuesto, me olvidé.

A las 9 de la mañana llegué a la clínica. Me puse un delantal y una gorra, y me inyectaron anestesia en los ojos. Al cabo de 20 minutos, me llevaron al quirófano, me pusieron sobre una mesa y dijeron que mirara el punto verde. Comenzaron a cortarme el ojo y la visión se nubló, luego el mismo destino esperó al otro ojo.

Después de la cirugía, la opacificación desaparecía poco a poco. El médico me examinó y me goteó los ojos. No sentía ningún dolor, solo que las lágrimas me fluían y solo las podía quitar de la barbilla. El médico me dejó ir a casa, a la que llegué en un par de horas en lugar de 30 minutos habituales, en los ojos todo flotaba a la distancia del brazo.

Cuando llegué a casa, estaba con hambre hasta la noche limpiando las lágrimas que venían sin parar. Poco a poco comencé a ver, por la noche incluso podía ver la hora, pero luego la anestesia dejó de funcionar y comenzaron dolores terribles. El dolor afectaba la mandíbula, la cabeza se me rompía durante todo el día.

La felicidad no duró mucho

Dos semanas después, cuando el dolor pasó, la visión se volvió realmente buena. No quiero decir que todo fuera súper claro, pero mucho mejor que antes de la cirugía. Todo estaría bien, pero los ojos por la noche estaban muy cansados, todo comenzaba a nublarse. Al menos así, pensaba yo, pero después de 5 meses, la visión comenzó a bajar rápidamente. En algún momento comencé a ver de esta manera:

Corrí de nuevo a la farmacia, compré lentes para poder ver algo de alguna manera. Sin embargo, poniéndomelos no vi nada. Me dio pánico, estuve deprimido durante dos días.

Estaba muy mal, pero luego decidí no dejarlo así y me dirigí a un foro. Me alivié un poco de haber encontrado compañeros en la desgracia. Resultó que no era único con ese problema. Sentado muy cerca de la pantalla, leía historias de diferentes personas tratando de encontrar al menos alguna pista.

Una remedio eficaz y asequible

Luego comencé a estudiar artículos. Decían que la pérdida de visión después de la cirugía es un fenómeno normal, porque la causa raíz de la pérdida de visión permanece intacta. Estudié más y descubrí que todo era por vitaminas y sustancias, debido a la falta de las cuales la visión comienza a bajar. A continuación se muestra una lista de los mejores medicamentos, de acuerdo con la descripción y las revisiones, me interesaron las pastillas Ocuvin Forte. Hice un pedido en el sitio web oficial, después de unos días, el mensajero trajo el paquete.

Después de estudiar las instrucciones y la composición, que resultó ser 100% natural, comencé a tomarme Ocuvin Forte. Al tercer día mi alegría no conocía límites, mi visión mejoró notablemente. Cada tres o cuatro días notaba mejoras.

Después de tres semanas, leía tranquilamente los letreros al otro lado de la calle, miraba a los pájaros en el cielo y estudiaba libros por la noche. Los ojos no se cansaban, no se nublaban. Estaba lleno de alegría, ni siquiera os podéis imaginar la felicidad de ver sin lentes, ver el número del autobús y ya no tener que contar monedas en la tienda.

Después de hacer un curso, fui a revisar la visión a la clínica. Me sorprendí mucho ver la línea inferior de las letras como si me la hubieran llevado a la nariz. El médico puso el veredicto: la visión es perfecta, no hay problemas con los ojos.

Final

Pasó un año después del curso de Ocuvin Forte, la visión sigue siendo tal que me puede envidiar un francotirador en las tropas de élite. ¿Por qué decidí escribir mi historia? El hecho es que decidí volver a tomar el curso, por si acaso, fui a una farmacia, a otra, a la tercera, ¡y allí este remedio no se vende! Me causó una gran emoción. Quiero que todos los que tienen una visión mala, hagan un curso. Dejaré un enlace al sitio para que no compréis un falso.

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